La cara y la cruz de la publicidad en internet

Comento dos maneras de tratar la publicidad en Internet que me han parecido llamativas, y antagónicas:

Spotify: publicidad así sí

Leo en bitelia que Spotify ha comenzado a insertar publicidad en sus emisiones, tanto en forma de banners dentro de la aplicación, como en forma de clips de audio intercalados entre las canciones. Para quienes aún no lo conozcáis, os diré que Spotify es un servicio que ofrece música bajo demanda utilizando la conexión a Internet, y que va en la línea de mantener las bibliotecas musicales en eso que se está denominando ‘la nube’. Os recomiendo vivamente que lo probéis (aquí os explican cómo), ya que me parece bastante superior a otras alternativas y, aunque le quedan muchos aspectos por mejorar, para muchos constituye una auténtica revolución.

Por supuesto, en Internet la publicidad es algo inevitable. Es como la cebolla en un guiso… sin ella no hay sustancia ni futuro, y tampoco espesa igual la salsa. Cuando la publicidad no funciona, gigantes como Google se tambalean. Pero, puesto que hay que vivir con ella, intentemos que sea de la manera más agradable posible.

Spotify lo está haciendo bien. Te cuela la publicidad de una manera no intrusiva; sin hacer daño. Además, por el momento, parece que el contenido publicitario está contextualizado al ámbito de la aplicación: temas relacionados con música, que pueden ser de interés para el usuario (aunque ya veremos cómo sigue la cosa). Además, poco importa escuchar una cuña de vez en cuando si el servicio merece la pena. Yo he estado utilizando habitualmente SHOUTcast Radio en Winamp y acepto la publicidad que introducen algunas emisoras. El servicio me interesa. Sin embargo otros lo están haciendo rematadamente mal…

Zattoo: publicidad así ¡no!

Es el caso de Zattoo, que «lleva la televisión a tu PC». Proporcionan una aplicación con un diseño más bien mediocre, y ciertamente mejorable. Sin embargo lo más molesto de todo es el hecho de que introducen publicidad cada vez que cambias de canal. En el momento en que pinchas en «Antena 3» para abandonar «Cuatro» ya sabes que te esperan unos 10 segundos de cuña publicitaria visual, tiempo que la aplicación aprovecha para ‘sintonizar’ y precargar en buffer el programa o la peli de turno.

Es la muerte del zapping, el deporte que aún mantiene viva a la tele a pesar de inventos como YouTube o hulu.

Además esta publicidad es generalmente fea con ganas, y encima repetitiva puesto que los señores de Zattoo aún no deben de contar con demasiados anunciantes. Y todo podría tener un pase, si no fuera porque desde hace algunos meses, el invento es de pago. Estas son sus tarifas (enero de 2009):

Yo pagué. Como ellos apuntan en su web, me interesaba que Zattoo fuera para mí un «partido de fútbol mientras chateo, las noticias mientras reviso mi correo, o mi serie favorita mientras pago una factura». Pero a pesar de pagar, tengo que seguir tragándome los diez segundos de publi cada vez que cambio de canal. Y además la aplicación no va fina del todo…

Si al menos hubieran mantenido una modalidad básica gratuita, introduciendo tal vez una serie de canales premium de pago. Si al menos la aplicación proporcionara servicios de valor añadido para el usuario, como la posibilidad de grabar en el disco duro algún programa, o time shifting para poderte ir a hacer un pis sin perderte el desenlace de la peli. Si al menos la publicidad la metieran con gusto, tal vez en forma de overlays sobre la emisión actual, que no te impidieran seguir viendo el programa. Y, por supuesto, si al menos no te arruinaran ese pequeño placer que es hacer zapping…

Mi suscripción con Zattoo caduca el 2 de febrero. Por supuesto, no pienso renovarla. Por supuesto, seguiré usando Spotify.