Sólo habitó en ella durante diez años, desde que en 1984 adquiriera esta mansión de estilo colonial español situada en Woodside, California. Pero es que no le gusta nada de nada, y la considera “una abominación de casa”. Así que durante los últimos años ha estado a la espera de que los tribunales le permitan derribar este edificio histórico, construido hace 84 años, para edificar una casa mucho más cool. Y claro, lo tiene todo manga por hombro, porque a él la casa le importa un pimiento.

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Y digo yo: que la venda, ¿no? Más fotos aquí.