El pasado 26 de octubre la banda británica Coldplay emitió en directo a través de YouTube, de manera gratuita para los usuarios de la plataforma, el concierto que ofrecían (previo paso por taquilla) en la madrileña Plaza de Toros de Las Ventas. Este concierto suponía el arranque del tramo europeo de su gira de conciertos «Unstaged». Analizamos a continuación algunas interesantes implicaciones de lo que parece una habilísima estrategia de difusión de contenidos, que pone de manifiesto cómo los creadores están comenzando a comprender cómo sacar partido a las posibilidades que ofrece el nuevo escenario tecnológico.
No es la primera vez que Coldplay emite un concierto en vivo vía streaming, pues ya el 20 de septiembre probaron la experiencia desde el Ed Sullivan Theatre de Nueva York, emitiendo a través de cbs.com.
Creo que las principales diferencias en este caso son:
- La involucración de YouTube y, por consiguiente, sus mecanismos de publicidad y control de audiencia (aquí se puede ver algún fragmento del concierto). No olvidemos que YouTube se puso las pilas a comienzos de este año con el tema de la emisión en vivo de conciertos y eventos, abriendo una canal específico en su plataforma dedicado inicialmente a una serie de socios seleccionados. Por este método YouTube garantiza una calidad de servicio, y una calidad en la presentación de los contenidos y en el control de quién accede a su visionado (al menos, y en primera aproximación, desde el punto de vista geográfico). Seguramente este nuevo mecanismo también tiene en cuenta
- la negociación específica de reparto de los ingresos obtenidos vía publicidad, así como
- la posibilidad tecnológica que Google (como gran experto en el tratamiento de la información que es) ofrecería a sus socios para acceder a datos demográficos sobre la audiencia de sus eventos. Parece evidente que a cualquier organización le puede interesar quién, dónde, cuándo y cómo accede a sus contenidos y lanzamientos, con la mayor precisión posible.
- La creación en paralelo de un documental a cargo de Anton Corbijn (que les dirigió en «Viva la Vida»), que además dirige la escenografía del concierto.
- La posibilidad para el espectador de alternar entre tres puntos de vista del concierto:
- El escenario principal
- Vista área
- La versión del director (director’s cut)
Por supuesto, todo atiende a una estrategia cuidadosamente elaborada y con una planificación de 10 desde mi punto de vista:
- La transmisión en vivo del concierto, que coincide con el lanzamiento del álbum “Mylo Xyloto” de la banda, supone:
- La multiplicación de ingresos que, además de los obtenidos en taquilla del concierto, se obtienen por publicidad
- El impacto promocional de este tipo de eventos, por el momento pioneros
- El alcance de una mayor audiencia, aspecto relacionado con el punto anterior
- El hecho de que el concierto ya no se encuentre disponible en su integridad en la plataforma YouTube, hace suponer que en un futuro se continuará la explotación de las imágenes y el audio grabados:
- A través de la propia plataforma youTube y/o
- a través de la distribución y comercialización de la grabación y/o
- a través de la distribución y comercialización del documental de Corbijn o
- A través de todos los métodos anteriores
- La información sobre la audiencia geográfica y demográfica del evento puede ayudar a planificar estrategias de marketing asociadas al lanzamiento del nuevo álbum y, en última instancia, a optimizar los recursos promocionales. Por tanto este tipo de eventos «en vivo» en el lanzamiento de cualquier nuevo producto, creción artística, o idea política, puede proporcionar valiosa información de cara a la estretagia de amplificación del concepto, creación o mensaje.
- El hecho de que Coldplay, a través de su discográfica EMI, parezca renegar en este momento de ofrecer su música a través de streaming en plataformas como Spotify o Raphsody (opción también escogida por otros exitosos artistas como Adele) no es contradictorio con su apuesta por la transmisión en vivo del concierto. Al contrario; parece una hábil estrategia de explotación de los contenidos generados, que tiende a alargar en el tiempo su presencia en el mercado. Del mismo modo que las películas se han explotado tradicionalmente (a grandes rasgos) vía (1) cine, (2) venta en soporte físico, (3) alquiler en soporte físico, (4) emisión en televisión, el control de las plataformas en los que se hacen disponibles los contenidos en distintos instantes del ciclo de vida del producto, parece atender a este objetivo fundamental de prolongar su existencia en el mercado y optimizar la recaudación por todos los medios posibles; cada uno en su momento.
Desde el punto de vista de los derechos involucrados en la emisión del concierto, y en primerísima aproximación que podemos ir comentando, encuentro como sujetos de propiedad intelectual:
- los autores de los temas interpretados, música y letra (desconozco si Coldplay compone sus propias canciones, si interpreta canciones compuestas por terceros, o si realiza las composiciones en colaboración o por el contrario cada tema es obra de un único integrande del grupo).
- los derechos de Coldplay como intérpretes
- los derechos de Corbijn como director del concierto (excluyo aquí el documental realizado). Habría que saber si Corbijn trabaja sólo o en equipo; por ejemplo si hay un guionista (o es él mismo, o en colaboración con Coldplay) que se encarga de la sucesión de eventos que tienen lugar sobre el escenario. Corbijn dirige, pero ¿hay más personas involucradas en el proceso creativo del concierto?
- los derechos de YouTube como emisor del concierto
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