Me ha gustado enterarme de que el estudio de Norman Foster, Foster+Partners, en colaboración con la Agencia Espacial Europea, planea construir una base en la superficie de la Luna… ¡mediante impresión 3D!
Actualmente se están explorando las alternativas posibles, pero ya han construido una maqueta de 1.5 toneladas en el interior de una cámara de vacío para simular, en cierta medida, las condiciones lunares. La idea es utilizar una impresora de gran formato D-Shape —que ya ha encontrado aplicaciones más cercanas— suministrada por Monolite UK Ltd., otro de los socios del proyecto.
Se trata de evitar a toda costa el transporte de materiales al satélite, aprovechando los allí existentes, y de minimizar la infraestructura necesaria para la construcción. Un cohete transportaría hasta el lugar escogido —el Polo Sur lunar— un módulo tubular que contendría en su interior la impresora. Una vez allí, se desplegaría una bóveda hinchable en uno de los extremos del cilindro, que serviría como armazón y soporte para realizar el proceso de impresión. Para ello la impresora sería manipulada por un robot. Podéis verlo a la derecha de la siguiente imagen:
El material sería muy abundante, el propio regolito lunar que cubre la superficie del suelo. Este material proporcionaría protección a los hasta 4 habitantes de la estación frente a la radiación y pequeños meteoritos, así como aislamiento térmico. La estructura del recubrimiento tiene una fuerte inspiración biológica; contendría muchas regiones huecas, formando una suerte de entramado celular, similar a la espuma. Se conseguiría así ligereza y resistencia, del mismo modo que sucede con los huesos de las aves.
La localización elegida, el Polo Sur lunar, aprovecha por un lado el hecho de que allí brilla el Sol la mayor parte del tiempo, y la existencia de indicios de la existencia de agua en un cráter próximo.
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