¿Cómo puede una empresa mejorar la reputación de su marca y su visibilidad global, al tiempo que desarrolla exitosas estrategias de marketing en los albores del siglo XXI? Sin lugar a dudas, las nuevas tecnologías, y más concretamente Internet, han cambiado de modo sustancial la manera en que nos comunicamos, nos relacionamos, nos informamos e incluso consumimos. La tecnología está transformando al ser humano y a sus relaciones con su entorno.
Etiqueta: política
Seguramente recordaréis Photosynth, el invento que hace algún tiempo comentábamos aquí (y aquí). Os recuerdo que se trata de una idea de Microsoft para ‘conectar’ o ‘ensamblar’ conjuntos grandes de imágenes, creando una especie de collage tridimensional sobre el que es posible navegar de manera muy intuitiva. Se consigue así una sensación de movimiento por parte del usuario, y una experiencia de exploración del entorno como nunca antes se había obtenido con simples imágenes bidimensionales.
Hoy se cumplen 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948 en París. Me parece un día importante, y me ha extrañado bastante que la gente de Google no haya alegrado un poco su página principal, recordándonos tan importante fecha en el logo que la preside (como han hecho en otras ocasiones).
… 64 años, en el ocaso de la Segunda Guerra Mundial, Alemania lanza sobre Londres la primera bomba V-2. Se trataba de la segunda de un grupo de tres armas creadas por los ingenieros nazis en un intento de lograr una ventaja tecnológicamente mortal sobre los aliados: la bomba voladora V-1 (vídeo en inglés), el cohete V-2 y el cañón V-3 (vídeo en alemán).
Casi me caigo sobre mis preciosas y bien torneadas posaderas al enterarme del hecho de que, en los albores de este ilustrado siglo XXI, hay gente que aún defiende la idea de una Tierra plana. Y no me estoy refiriendo al libro de Thomas Friedman, que nos habla de cómo los últimos avances tecnológicos han constituído una poderosa fuerza aplanadora de la Tierra, facilitando el acceso en igualdad de condiciones a la información y los recursos distribuidos por todo el mundo a virtualmente cualquier agente productivo. Me refiero a que realmente hay peña ahí fuera que está convencida de que mamá Tierra es plana como una tabla de planchar.
Una de las grandezas de Internet, es la posibilidad de tener acceso a ingentes cantidades de información que están esperando, pacientemente, a un simple clic de ratón de distancia. Curiosamente, este moderno instrumento de comunicación nos acerca de manera casi mágica a acontecimientos del pasado. Cuando esta información se presenta en forma de imagen, el impacto puede llegar a ser poderoso.
Todo este rollo viene porque hoy, de casualidad, me he encontrado una galería muy interesante. Se titula «Magnum: Photos that Changed the World» («Magnum: Fotografías que Cambiaron el Mundo»), y conmemora el 60 aniversario del nacimiento del grupo fotográfico Magnum. No hablamos aquí del polo de chocolate que relame Eva Longoria, sino de un grupo de fotógrafos que lleva todo ese tiempo mostrándonos la realidad con sus particulares miradas. Por supuesto, merece la pena visitar de vez en cuando su web, actualizada diariamente, y que ofrece un archivo de más de 350.000 imágenes disponibles online. Como hoy la cosa va de debates, aquí os dejo una instantánea del famoso «Debate de la Cocina«, entre Nikita Khrushchev y Richard Nixon, por aquel entonces vicepresidente de los Estados Unidos.
Moscú — Encuentro entre Nikita Khrushchev y Richard Nixon durante el «debate de la cocina», 1959. [Elliott Erwitt / Magnum Photos]
Cómo han cambiado los tiempos, ¿no? El 24 de julio de 1959, en Moscú, Nixon y Khrushchev mantuvieron este encuentro improvisado en la reproducción de una cocina americana, debatiendo sobre las ventajas y desventajas de los sistemas capitalista y comunista (aquí hay pequeño vídeo del final del debate, aquí un audio del encuentro, y aquí una transcripción resumida). Nixon se esforzó en llamar la atención sobre logros tecnológicos americanos, como la televisión en color, o la infinidad de electrodomésticos que facilitaban la vida en el moderno hogar americano. El ruso, por su parte, le echó en cara que esos modernos hogares eran construidos para durar escasos 20 años, y así poder vender luego nuevas casas, mientras que en Rusia se construía firmemente; lo hacían «para sus hijos y sus nietos». La mayoría de los americanos opinaron que Nixon fue el ganador del debate, y ello le hizo ganar muchos puntos para más tarde hacerse con la presidencia de su país.
Hoy día, en los debates televisados, no se deja nada a la improvisación. Todo está pactado, preparado, medido y calculado. Las palabras, las miradas, los gestos y hasta el atuendo de los contrincantes, parecen formar parte de un meticuloso montaje escénico. Incluso las imágenes en blanco y negro del debate de la cocina, resultan más frescas que el espectáculo que nos aguarda esta noche en nuestras pantallas. Nixon y Khrushchev debatían en una cocina de mentira, un decorado montado para una exposición americana en el moscovita Parque Sokolniki. Esta noche, ZP y ese señor con barba que sólo quiere ver niñas felices, lo harán en otro decorado, montado con la única finalidad de servir de campo de batalla a los dos contrincantes.
Pero es que son tiempos difíciles para la espontaneidad. Ni siquiera la fotografía escapa a las garras de lo premeditado. La moderna tecnología, ésa que servía como excusa para comenzar este artículo, y que nos traía la improvisada instantánea del improvisado encuentro mantenido hace 50 años, le sirve a Sven Prim para llevar la fotografía un poco más allá. Este fotógrafo, especializado en el arte del retoque, consigue obras gráficas tan espectaculares como ésta:
En su página web ofrece muchos otros ejemplos de su buen hacer con la cámara y ratón. ¡Lo que darían algunos políticos por contar con la ayuda de Sven en sus apariciones televisivas! ¡Qué maravilla si también los debates se pudieran maquillar, mostrando la realidad surgida de la mente de algún artista mañoso!
¿Es todo esto malo? ¡Qué va! A mí la obra de Sven Prim me encanta. Y esta noche en el debate, simplemente hay que tener cuidado de que toda la tecnología, la premeditación y la puesta en escena, no ayuden a que José Luis o Mariano nos sorban el seso a través de la pantalla del televisor. Por lo demás… ¡que comience el espectáculo!