… y también coleando, claro. Fui a Niza, vi y… bueno, digamos que vencí, aunque no se trataba de eso. Me lo pasé razonablemente bien, y vi muchas cosas interesantes. Claro que el empacho mental que supone la presentación de 660 artículos (que han sido los aceptados en esta ocasión), te deja algo atontado, y con ganas de sacar algo de tiempo para procesar toda la información.
En esas estoy yo ahora. Buscando tiempo para asimilar el IROS’08, contaros algo de lo que por allí vi y, de paso, darle un meneo a este humilde blog. Pero es que últimamente ando liado, liadísimo, y eso tendrá que esperar…
Naturalmente no me tragué las 660 presentaciones. No se puede. En estos macro-congresos las sesiones transcurren repartidas paralelamente en distintas salas. En este caso, los últimos avances en nano-robótica, manipuladores, visión artificial o humanoides fueron presentados a los largo de tres días en 12 ó 13 salas distintas paralelamente. Para los que no lo sepáis, dentro del género de los controleros (alias ingenieros de control) yo soy robotero (que me dedico a la robótica, vaya), y dentro de los roboteros soy un slamero ó slamista. Vamos, que me dedico al SLAM (Localización y Mapeado Simultáneos) o, dicho más en cristiando, la técnica y arte (esto lo digo yo) que se encarga de conseguir construir mapas de entornos desconocidos, utilizando máquinas torpes dotadas de sensores ruidosos como son los robots móviles. La cosa tiene su intríngulis, no os creáis… de modo que fue a estas sesiones a las que acudí. Y hubo unas cuantas, porque resulta que es un tema SÚPER de moda.
