Me he encontrado una noticia curiosa (versión traducida). Al parecer la semana pasada doña Arianna Huffington, ‘alma mater’ del Huffington Post, organizó un fiestón en su casa (por cierto, que vaya chabola tiene, y cuánto le gusta una fiesta a esta señora tan emprendedora). A ella acudieron muchas personalidades del mundo del cine y de los negocios; de esas verdaderamente importantes a las que no te encuentras de botellón, y prefieren bebida gratis en ambientes con más glamour. Entre ellos estaba Eric Schmidt, CEO de Google. Dos ideas básicas:

1) Schmidt negó que Google piense en comprar el New York Times o en ayudar a el Washington Post. Al parecer muchas voces recriminan a Google haber tenido mucho que ver en la desestabilización del negocio de la información impresa, y ahora le piden que arrime el hombro para ayudar. Pero Google no quiere convertirse en una empresa generadora de contenidos.

2) También dio pistas sobre la forma en la que piensan ayudar al sector. En unos 6 meses comenzaremos a ver aparecer noticias personalizadas, que serán escogidas en función de nuestras preferencias, búsquedas, compras realizadas on line… Así, un conjunto de robots kioskeros serán los encargados de seleccionar las noticias que más nos interesen y llevárnoslas cómodamente a la pantalla de nuestro ordenador.

Naturalmente, los primeros medios en beneficiarse de este nuevo servicio serán precisamente el New York Times y el Washington Post.

Un pasito más en la dirección de ese Gran Hermano 2.0 en el que las máquinas serán las encargadas de husmear en nuestros gustos y aficiones, e incluso en la cara B de nuestra personalidad, para ofrecernos una vida… ¿mucho más cómoda?