Leo en el Blog del Peta que el portal de viajes Expedia ha encargado una encuesta cuyos resultados son escalofriantes: los asalariados japoneses tan sólo disfrutan, de media, de 8 días de vacaciones pagadas al año. Escalofrían sobre todo porque se te quitan las ganas de quejarte.
La noticia también aparece recogida en The Mainichi Daily News y alafista.com (y merece la pena seguir este último enlace, sólo por ver el dibujo con el que ilustran el post). La encuesta fue realizada, además de en Japón, en ocho países europeos y en USA. Los españoles no salimos mal parados: disfrutamos de 27 días de vacaciones pagadas al año, igualados con los italianos, y sólo superados por nuestros vecinos del norte con 34 días. Los franceses siempre tienen que quedar por encima.
Esta revelación —no por esperada menos sorprendente— me ha recordado instantáneamente el trabajo de Momoyo Torimitsu. Esta artista japonesa, afincada en Nueva York, es autora del espectáculo callejero que tiene como protagonista al robot autómata Miyata Jiro. Con él la artista quiere mostrarnos su visión sobre el profundo cambio que experimentó la sociedad japonesa tras la gran expansión económica de la década de los 60. Este ‘salaryman‘ se arrastra, perfectamente trajeado, entre los rascacielos de los grandes centros de negocios de las ciudades de todo el mundo. Es uno más de ese ejército de ‘hombres asalariados’ que poco más saben (o pueden) hacer que arrastrarse, y cuyo ciclo vital es bastante predecible y monótono.
Miyata Jiro ha actuado, desde su debut neoyorkino en 1996, en grandes ciudades como Londres, París, Amsterdam, Sydney o Río de Janeiro. En ninguna parte ha dejado indiferente.
Parece que esto de tener a ejecutivos trajeados arrastrándose por el suelo le pone bastante a nuestra amiga. En Inside Track, coloca a un japonés, un americano y un europeo boca abajo sobre la moqueta, y les obliga medir sus fuerzas. Se trata de una metáfora de la competencia psicológica y las batallas que se libran cada día en el mundo de los negocios.
¿Quién ganará la carrera? ¿Europa? ¿Japón? ¿Estados Unidos?
¡Espera! ¿Dónde está el hombre de negocios chino? ¿Y el indio? Seguramente están ya esperando en la meta… de pie. Y no son robots, sino los humanos que han suministrado las piezas para hacer los otros tres.
Si te ha gustado el arte de esta chica puedes visitar su web y Artfacts.Net, una excelente guía que recopila información sobre nuestros artistas preferidos, y nos permite seguirles la pista por todo el mundo. Tal vez pronto podamos disfrutar en nuestro Cuatro Torres Business Area madrileño (se las trae el nombrecito) del arte de Momoyo; una artista con especial fijación por los hombres de negocios y los conejos de colores…
Esta exposición tenía el único propósito de alegrar las caras de las más de 6000 familias, poseedoras de pequeñas fábricas en el barrio de Sumida, y que han visto cómo su situación no ha parado de empeorar desde la crisis financiera asiática de os 90.
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