Los adictos a este famoso grupo humorístico británico están (estamos) de enhorabuena: los Monty Python desembarcan en YouTube con su propio canal. Están dispuestos a colgar en él vídeos en alta calidad, recién sacados de «su cámara acorazada».

Y lo hacen con una contundente (y cachonda) declaración de intenciones:

Durante 3 años vosotros, YouTubers, habéis estado tangándonos descaradamente, tomando decenas de miles de nuestros vídeos y colgándolos en YouTube. Ahora se han vuelto las tornas. Es hora de que tomemos cartas en el asunto.

Hartos de encontrarse vídeos cutres en pésima calidad de su humor siempre imprevisible y a menudo surrealista, han contraatacado de la mejor manera posible: con infinita generosidad y ofreciendo al mundo gratis lo que mejor saben hacer: provocar sonrisas. Siempre fieles a su estilo y filosofía de vida que es mirar el lado positivo de las cosas.

Estos sí que saben

En realidad gratis, lo que se dice gratis no lo hacen. Nadie les había dicho que los vídeos colgados en YouTube podrían verse gratis. Así que en contrapartida, quieren que sus visitantes pinchen en los enlaces y compren sus películas y espectáculos, de modo que el «dolor y el disgusto» de haber sido robados durante estos años se ve aliviado.

Ese es el sistema. Mucha gente aún no se ha dado cuenta de la enorme plataforma publicitaria que tienen a su disposición con internet. Como alguien dijo, lo importante es que hablen de uno. Y para que hablen de ti tienen que verte y oírte; y no hay mejor manera de conseguirlo que aprovechando internet como canal.

Estamos hartos de escuchar a los quejicas de siempre, artistillas de medio pelo e incluso cadenas de televisión, protestar por lo expoliados que se sienten y todo el dinero que dejan de ganar con tanto pirata suelto. Son posturas claramente equivocadas. El dinero viene cuando se hace un buen trabajo. Si veo algo y me gusta, lo compro. Pero no estoy dispuesto a pagar 20 euros por un nuevo disco, sin saber antes si será más de lo mismo, será cualquier parto de algún artista prefabricado o los graznidos del triunfito de turno.

[Visto en CNET|news]