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¿Pero cómo que faltan ingenieros?

Últimamente no escribo mucho. O, mejor dicho: sí escribo, pero no aquí sino en mi tesis, que hay que terminarla. Osea que ando bastante quemadito. Pero es que ya me he terminado de poner de mal humor leyendo este artículo: ¿Terminaremos contratando indios para paliar la falta de ingenieros?

Vamos, alucinante. En España (ese país que ahora de repente resulta que es puntero tecnológicamente, donde se genera tantísima ciencia y tantísimo conocimiento) las empresas (esas que inventan tanto y que producen tantísimos ingenios mecánicos; que están a la vanguardia de la tecnología del automóvil, la aeroespacial e incluso la de los electrodomésticos; esas que no se limitan a fabricar lo que les mandan desde Alemania o Francia, sino que tienen multitud de ingenieros pensando en cómo diseñar el ingenio más sofisticado) se quejan de que no hay ingenieros nacionales suficientes para realizar las complicadísimas tareas que les son encomendadas (nótese la ironía en los anteriores paréntesis). Y claro, habrá que traerlos de iberoamérica o de la india.

Debe ser que de allí vienen más formaditos, o que son más listos. Pero yo creo más bien que lo que sucede es que les salen más baratos. Yo no voy a negar el hecho de que la Universidad española no está hoy día donde debería estar tecnológicamente hablando. Es aún terreno donde los dinosaurios campan a sus anchas y siguen contando la misma letanía que tan bien se tienen aprendida, y que taaaaaan importantes les hacía sentirse hace algunos años. El ‘soy ingeniero, soy guay y me molo porque soy listísimoooo’ aún lo llevan algunos marcado a fuego. Y no se dan cuenta de que la situación privilegiada que en su día le dio acceso a unos estudios superiores, no les salva de haberse quedado completamente desactualizados y haberse convertido a día de hoy en auténticos lastres para el sistema educativo nacional.

Lo que habría que hacer es comenzar haciendo limpia por las universidades y por muchas empresas, y cambiar el chip de mucha gente. Y sí, reformar los sistemas educativos, pero pensando en dónde estamos y a dónde queremos llegar. Y para trabajar en qué vamos a formar a la gente. Y como me estoy calentando otra vez, aquí os dejo el comentario que he puesto en el artículo de marras, que también lo he escrito calentito. Y si os parece bien, ingenierit@s que me leéis, o chavales y chavalas que queréis ser ingenierit@s, o quien quiera que esté leyendo ésto, que me cuente en los comentarios qué le parece eso de que ‘en España faltan ingenieros’. Vamos hombre, por Dios.

Lo que pasa es que ya no saben qué inventarse. Como ya no pueden bajar más los salarios que pagan a un junior, y dar becas les dará ya vergüenza, buscan excusas para poder traerse gente de fuera. Se quejan de falta de formación nacional, pero no les importa traer gente de otros países.

Sí falta formación aquí. En las escuelas de ingeniería siguen los mismos que hace 30 años, con las posaderas bien calentitas y gozando de sus condiciones de funcionarios. Pero es que muchas empresas tampoco están por la labor de gastarse un puto duro en la formación de su gente. Por Dios bendito, ni que aquí nos sobraran las empresas de alta tecnología. Para los trabajos que generalmente se hacen basta con cualquier ingenierito, y cuanto más barato salga, mejor.

¿Pero de qué narices estamos hablando aquí? ¿Que falta gente en las escuelas de ingeniería? Motiven ustedes a que la gente se parta la cabeza durante cinco años, a que saque lo mejor de sí, a que busque el talento dentro con la ilusión de que a la salida harán algo más interesante que pasarse diez horas diarias delante de la pantalla de un computador escribiendo líneas en código C. Fomenten la investigación, la creación de empresas, la creación de tecnología nacional y verán cómo la gente se anima a emprender este duro camino.

¿Que falta formación? ¿Que falta gente? Lo que falta es motivación, buenos salarios, buenas condiciones laborales y, sobre todo, mucha ilusión por sentir que realmente se trabaja en tecnología, y no en un taller de pandereta con barniz de I+D+I.

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2 comentarios

  1. rosanalpz

    Estoy completamente de acuerdo contigo. Efectivamente, los ingenieros «importados» salen muuuucho más baratos. Mi experiencia en la universidad (he estudiado carreras de letras y de ciencias sociales) ha sido bastante decepcionante. Una buena limpia en los departamentos no iría nada mal. Y sobre la experiencia de trabajar de becaria precaria (sin sueldo, y mis jefes con una subvención millonaria, además de su sueldo de profesores, y con un proyecto de investigación que más bien era una excusa para seguir recibiendo más subvenciones) podría escribir durante horas sin parar.La parte «buena» es que en una de las carreras que estudié tuve 3 profesores buenos. En otras, los profesores nos daban fotocopias hasta con faltas de ortografía.Sí, ya ves que amí también me indigna y me calienta mucho el tema… Hay mucho que hacer y que pensar.Pero, aún con todo, sigo creyendo que siempre hay hueco para gente válida… O eso quiero pensar.Mucho ánimo con tu tesis y ¡adelante!

  2. Luis

    Gracias Rosana. Por lo que veo se repite el mismo patrón tanto en el mundo de las ciencias como en el de las letras. Es descorazonador. Me suena mucho eso del becario precario que ve cómo la gente de la que se supone que debe estar aprendiendo, no está en la universidad para otra cosa que para forrarse bien.Y claro, por supuesto que siempre hay sitio para la gente válida. Pero hay muchas cosas que no funcionan bien, y si realmente estudia menos gente ingeniería, habrá que preguntarse por qué. A lo mejor es porque como fontanero o electricista se es más feliz. Y si hay que traer gente, habrá que preguntar por qué las empresas miran a Iberoamérica o a la India, en vez de a Suecia o Finlandia.Y si la gente no sale con la suficiente formación de las Universidad, a lo mejor es la empresa la que tiene que complementar esa formación, y encargarse de motivar adecuadamente a sus trabajadores. Que es lo que aquí no se hace. Quieren niños de veintipocos años, con dos o tres idiomas, experiencia y que pongan buena cara a jornadas de trabajo maratonianas en proyectos que son siempre sota caballo y rey. Y mientras en este país la I+D+I sea sólo una excusa para pillar subvenciones y poder contratar gente barata en la Universidad, no vamos a llegar a ningún lado.Estoy harto.

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