Este no es un post para niños. Tampoco es un post sobre animación, aunque es algo que me encanta. Es un post sobre cómo las buenas ideas y el trabajo bien hecho terminan triunfando, y sobre cómo la tecnología permite, hoy en día, realizar virtualmente cualquier idea. También es un post sobre el siguiente vídeo (algo largo, pero que me ha encantado) en el cual la gente que se encarga de que el niño vestido de azul llegue a nuestras pantallas, nos habla del origen, presente y futuro de su creación.
Pocoyó es una serie pensada para esos seres muy, muy pequeños, que están comenzando descubrir el mundo y todo les parece alucinante. Transmite valores de tolerancia y respeto, y estimula la curiosidad del pequeño (y no tan pequeño) espectador a través del ansia por descubrir cosas nuevas de su protagonista. Y, sobre todo, es un producto muy, muy bien hecho. Y también muy, muy rentable.
Pero lo que de verdad me ha animado a enseñaros este vídeo y a escribir este post son las palabras de José María Castillejo, uno de los tres socios fundadores de Zinkia Entertaniment, empresa española -¡olé!- que, desde Madrid, mueve los hilos del complejo proceso de producción de esta serie.
Empezamos contándole el proyecto a la gente de España que podía participar en proyectos de este tipo. Y nos dijeron que estábamos locos. Primero porque el preescolar no funciona -o no funcionaba-. Nos dijeron: «Económicamente es inviable plantearse un proyecto en preescolar; a nadie le interesa». Y lo segundo… «¿Quiénes sois vosotros? No sois nadie; nadie os conoce. ¿Cómo vamos a invertir dinero en un equipo que es desconocido?».
Más desconocidos aún debían de ser para Steven Andrew, responsable de contenidos de cITV, a quien conocieron casi fortuitamente en el MIPTV de Cannes (el mayor mercado mundial de la industria del entretenimiento digital y audiovisual), a donde habían acudido buscando financiación, tras la patada recibida en sus culos en España. Resulta que el mismo pasillo le enseñaron lo que estaban haciendo (en el blog oficial de la serie hay mucha más información sobre su ‘génesis’).
Al tío le encantó. […] Y entonces el tío nos dijo: «I want this». […] Entonces, claro, cuando ya has conseguido que se te abra la puerta de una cadena de televisión importante a nivel internacional […] ya tienes que plantearte el tema de una manera diferente.
Esta es una de las cosas que me molestan de España: la poca capacidad que tenemos a veces de apreciar las buenas ideas, de correr riesgos, de hacer cosas nuevas. Somos expertos en comprar lo que ya ha triunfado fuera, de copiar ideas, diseños y formatos. Campeones mundiales en alabar lo que entra por la frontera, pero muy malos a la hora de apreciar, valorar y apostar por lo nuestro. Amantes de invertir en ladrillo, y cobardes a la hora de apostar por la investigación. Y así a menudo sucede que la gente con buenas ideas, los más creativos, los más inquietos, los investigadores, terminan teniendo que salir fuera para realizar sus sueños.
Por último, comentar que me ha llamado la atención la técnica de renderizado empleada en la animación de Pocoyó. Como nos recuerda Bruno Muniesa, supervisor de tecnología de la serie, para la realización de la imagen se ha empleado la técnica de Iluminación Global (Global Illumination), con la cual se consiguen representaciones mucho más realistas de escenas tridimensionales, tratando de imitar el comportamiento natural de la luz. Cuando tenga algo de tiempo libre, seguro que le echaré un vistazo. Tal es el éxito que tienen, que ya están pensando en dar el salto a la gran pantalla (aunque yo no lo veo tan claro) y preparan un videojuego que esperan lanzar las próximas Navidades.