Web y Blog personal

El robot cuadrúpedo de Juan Aguarón de Blas

Desde hace ya algunos meses visito asiduamente el magnífico blog de Juan Aguarón de Blas. Juan es un muchacho zaragozano de 14 años, que desde febrero de 2006 escribe en su blog «Cosas en General«, que él mismo describe así:

Este blog está dedicado especialmente a las cosas varias, a Photoshop, a libros, a inventos y, resumiendo mucho, a Cosas en General. Gracias a este blog, muchas personas se evitan el tener que escucharme, y otras ganan el tener que hacerlo.

Se habla con relativa frecuencia en los medios sobre bloggers de edad avanzada que nos sorprenden con sus exitosas «incursiones 2.0» (ejemplo de ello es María Amelia, la abuela bloguera, ganadora del premio BOBs 2007 al mejor blog en español, y cuya fama ha llegado nada menos que hasta Japón). O incluso sobre videobloggers geriátricos que nos sorprenden con historias cosechadas a lo largo de su dilatada vida y sus opiniones sobre temas de la más candente actualidad, que ellos observan y analizan a través de su experimentada óptica (como sucede con Peter, alias geriatric1927, el anciano británico que a sus 80 años aún vibra por las motocicletas, la ingeniería mecánica, el arte y la música blues).

Sin embargo, parecemos dar por hecho que las nuevas generaciones asumen y participan de las nuevas tecnologías como algo natural e inherente a su propia esencia. «Lo han mamao», decimos. Pero lo cierto es que no todos nuestros «alevines 2.0» sacan el mismo partido a las nuevas oportunidades tecnológicas, ni las aprovechan con la misma excelencia.

El caso de Juan me sorprendió desde el principio. A pesar de que el diseño de su blog no termina de convencerme, en él se habla de temas que me interesan y, algo que resulta más difícil todavía, se habla de manera que me interesa. Desde sus movidas escolares al retoque fotográfico, pasando por la robótica o noticias tecnológicas que le llaman la atención, Juan nos habla de todo ello desde su óptica preadolescente (no tengo muy claro en qué punto comienza la adolescencia en este siglo XXI, aunque sí sé que la mía aún me dura…)

Hoy me he sorprendido con este prototipo en lego de robot cuadrúpedo que Juan se ha marcado. Lo ha bautizado como Jumper Lion y lo cierto es que funciona bastante bien. Parece que en sus primeros diseños él andaba pensando más bien en una máquina bípeda. Sin embargo, como es natural, el diseño de éstas y su control es algo más complejo, aunque las velocidades que pueden alcanzar son superiores cuando se hacen caminar en modo «dinámicamente estable». Como él mismo apunta, necesitaría más piezas para hacer estable a Jumper Lion. Tiene razón: para que el robot sea «estáticamente estable» necesitaría un polígono de apoyo con al menos 3 vértices en todo momento. Para ello, debería cambiar la secuencia de movimiento de las patas, o aumentar su número. Puesto que para cambiar el modo de caminar necesitaría algún motor adicional y el robot sería más lento (sólo podría mover una pata cada vez, de modo que siempre hubiera 3 en contacto con el suelo), lo lógico parece ser aumentar el número de patas. ¿Alguien tiene piezas de sobra para prestarle?

Hace tres años, yo tuve una idea de máquina similar que se quedó en una mera simulación (yo lo llamé Galóptero). La dejo aquí por si a Juan le da alguna idea y se decide modificarla y/o materializarla en lego o como él prefiera. Si observáis, con este tipo de diseño diseño sería posible modificar la amplitud de cada zancada sin más que alterar la posición del saliente sobre el que pivota cada pata. Para ello, como es lógico, se necesitarían actuadores adicionales. No dejéis de echar un vistazo a las maravillas robóticas que se pueden hacer con piezas de lego. Lego tiene la línea de productos Lego Mindstorms adaptada a este propósito (más información aquí y aquí), aunque a mí me da la sensación de que a veces lo dan todo demasiado hecho. Por eso me gusta la gente que, como Juan, se parte la cabeza probando sus propias ideas y diseños, y empleando sus propias piezas.

Juan se considera a sí mismo inteligente (al menos comparado con la media de su clase) y un poco raro. Le gustan los libros y todo lo relacionado con los ordenadores. Para saber más sobre él, podéis consultar su perfil en Blogger, el «acerca de» su blog y, por supuesto, visitar Cosas en General.

Anterior

La central eléctrica de Neptuno

Siguiente

La Tierra es plana (o eso dicen algunos)

8 comentarios

  1. Juan Aguarón de Blas

    O_oSin palabras me dejas.En cuanto al diseño del blog, lo sé, a mi tampoco me gusta demasiado. Llevo desde febrero pidiéndole a mi padre que me lo cambie a WordPress, algo bastante mejor, pero siempre «tiene muchas cosas que hacer». En serio, anodadado estoy.

  2. Luis

    Nada hombre, Juan. Enhorabuena por tu blog y por tus robots. ¡Estoy deseando ver a Jumper Lion v2.0 en acción!

  3. Juan Aguarón de Blas

    Pues mira, ya tengo hecho en Lego tu Galóptero. Funcionaría perfectamente si tuviese más piezas o más motores. Mi motor es suficiente para esto, pero el problema es que es uno de carreras… Vamos, 1300 r.p.m. se excede un poco para este tipo de bicho. Pero lo haré. Aunque haya que encargar en lego.com algo.

  4. Luis

    Pero al motor le puedes hacer una reductora con los engranajes que tienes, o construyéndote unas poleas…

  5. Juan Aguarón de Blas

    Un poco fuera de contexto el comentario, pero más vale tarde que nunca, ¿no?He pensado que, en vez de hacer la reductora, se conseguirá una reducción mayor con un tornillo sin fin. Así que cuando tenga pilas nuevas (y ganas) lo pruebo.¡Galóptero al poder! 😉

  6. Luis

    Tienes razón, Juan. Puedes sustituir una reductora de engranajes o de poleas por un tornillo sin fin – engranaje. Conseguirás una reducción muy buena y el suficiente par a la salida. Además es mucho más compacto (ocupa menos sitio).El único problema es que esta transmisión tiene en general un rendimiento peor que las primeras. Es decir, perderás más energía por rozamiento viscoso. Pero eso en tu caso no es un problema. ¡Ya me enseñarás!http://es.wikipedia.org/wiki/Engranaje#Reductores_de_velocidad

  7. Alvaro

    Bueno, pero con un tornillo sin fin se reduciría DEMASIADO, Juan. Y además, distribuir la energía restante (no mucha si usas el sistema que has propuesto) entre todas las patas del galóptero puede resultar bastante complicado, como ya comprobaste gracias al «robot cuadrúpedo» que me enseñaste.

  8. Juan Aguarón de Blas

    Jumper Lion v2.0

Responder a Luis Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Funciona con WordPress & Tema de Anders Norén