Ya el nombre suena bien. Dos esdrújulas encadenadas que casi musicalmente nos anuncian exactamente lo que parece: ingenios mecatrónicos moviéndose salerosamente al ritmo de grandes éxitos de la ópera y la danza clásicas.

Quienes durante estos día se encuentren en Estocolomo, podrán disfrutar de la exhibición Opera Mecatronica, que alberga el prestigioso Royal Instiute of Technology holmiense. En él se encuentra el primer reactor nuclear de Suecia que, construido con fines científicos y en desuso desde hace más de treinta años, hace algunos que se emplea como escenario de danza contemporánea. Aquí una panorámica.

Entre los ingenios que se pueden contemplar encontramos a Olimpia, un robot marioneta de 3 metros de altura que, suspendido del techo, interpreta el aria Les oiseaux dans la charmille (Los pájaros en la enramada) de “Los Cuentos de Hoffman”.

En esta ópera de Jacques Offenbach, el personaje homónimo es una muñeca mecánica creación del inventor Spalanzani. Debía de ser listo el tal Spalanzani, puesto que era capaz de crear criaturas mecánicas con apariencia de vida propia. Veamos la interpretación que, de la misma aria, hace Luciana Serra:

También se puede ‘disfrutar’ (interprételo cada quien como quiera) del debut del cisne robótico Robocygne. Contemplaremos en este caso, de manera muy apropiada, una versión bastante sui géneris del “Lago de los Cisnes” de Tchaikovsky. La música corre a cargo de Carl Unander-­‐Scharin, un artista en lo que a dar un toque electroacústico a obras clásicas se refiere.

Sólo por comparar. Disfrutemos ahora (sin comillas) de Ángel Corella y el American Ballet Theater. Hacen lo mismo, pero diferente. Oye, para gustos los colores…

[vía Alexis Madrigal]

[Nota de prensa]