Algunas campañas publicitarias son realmente originales, y éste es el caso de la que ha diseñado la agencia Philipp und Keuntje para resaltar la supuesta nitidez de imagen que proporciona la cámara Leica D-Lux 3 con sus 10 MP de resolución.
A pesar de las interesantes especificaciones de esta cámara de sobrio diseño, no deja de ser curioso el hecho de que muchos usuarios se quejen, precisamente, de la escasa nitidez y elevado nivel de ruido de las imágenes. En este foro se muestran algunas imágenes que revelan esta situación, especialmente exagerada para fotografías tomadas con velocidades ISO altas y malas condiciones lumínicas. Ello, por otra parte, tampoco es algo que debiera extrañarnos.
Lo cierto es que en esta vida el megapíxel no lo es todo. La siguiente imagen resulta tan impactante como la del perro pixelado, y pone de manifiesto un hecho que tampoco es extraordinario ni difícil de entender: a medida que aumenta la resolución de los sensores de las cámaras, tiene a incrementarse el nivel de ruido en la imagen capturada.
La anterior imagen pertenece a un estudio realizado por expertos de Image Engineering, que concluía que un óptimo de resolución para cámaras compactas digitales, estaría en los 6 MP. Esto se debe fundamentalmente a que el tamaño del sensor no aumenta en la misma proporción que el número de píxeles que contiene. De una cámara compacta se espera que no sea grande ni pesada y, por tanto, es frecuente que a medida que aumenta la resolución del sensor, el tamaño de cada píxel se vaya reduciendo. Esto produce una disminución de la sensitividad y un aumento del ruido.
Otro motivo de la aparición de ruido es el simple hecho de que al incrementarse la densidad de píxeles en el sensor, aumentan también las interferencias electromagnéticas entre ellos. Digamos que cada píxel, por el hecho de estar funcionando, crea un campo a su alrededor que afecta al estado de los adyacentes. Cuanto más juntos se encuentren los píxeles, más acusado será este efecto.
En las cámaras réflex estos problemas no son ni mucho menos tan acusados como en las compactas, al no ser el tamaño un factor determinante en su diseño. En cualquier caso, la mejor solución será escoger siempre sensores grandes, que garanticen un tamaño de píxel mayor que 3µm. Parece que con esta cámara Leica se han quedado algo cortos en este punto. El perro no les saldrá pixelado gracias a sus 10 MP, pero seguramente resultará bastante ruidoso y ladrador.
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