Un poco de cachondeo de vez en cuando no viene mal ¿no? Así que hoy me he propuesto comentar algunas de las razones que han provocado el fiasco comercial del Windows Vista de Microsoft, desde un punto de vista histórico.

Aquellos maravillosos años

Aquellos sí que fueron tiempos felices para la compañía de Redmond. El entrañable Steve Ballmer seguramente recordará con lágrimas en los ojos (por la emoción) este bonito anuncio de Windows 1.0 que deja poco a lo ‘subliminal’… (el New Age nunca fue lo tuyo, Steve). Resulta curioso que vendieran como rosquillas esta aplicación que era poco más que una interfaz gráfica para su MS-DOS (tendiendo en cuenta que una interfaz gráfica para un sistema operativo, ya era mucho por aquel entonces). Y todo a pesar de que tuvieron movida con Apple, que no les dejaba poner una papelera de reciclaje en el escritorio… ¡para algo se la habían inventado ellos!

Pero es que por sólo 99 dólares te daban calendario, reloj, el Paint y ¡hasta un panel de control! Y muchas, muchísimas ventanucas que eran cucas de verdad. Y no me digáis que el calvo de Steve no transmite confianza y sosiego en este vídeo:

Y aunque tampoco fuese muy convincente, por aquel entonces triunfaba en las pantallas «Corrupción en Miami» (serie a la cual Ballmer debía de ser bastante aficionado), y a la gente parecía apetecerle eso de vivir peligrosamente…

Entonces llegó el cenizo

‘Pa qué’ te metes, Bill. Si lo tuyo es darle a la tecla, los grandes discursos, las batallas legales y las labores filantrópicas. ¿Qué hacías en la presentación de Windows 98? Pero hombre, si la papelera de reciclaje ya estaba puesta en el escritorio desde Windows 95… ¡el trabajo duro estaba ya hecho!. Vale que tú estabas seguro de que Windows diría: «Hey, ya veo que me has conectado algo nuevo». Pero es que este escáner le pilló desprevenido… y ‘raca’: pantallazo azul. ¿Por qué no dejaste el «show business» a los que sí saben de qué va el arte de vender?

Bill, a veces te expones demasiado, y luego pasa lo que pasa

Steve vuelve al rescate

Con Windows XP nada podía fallar. Heredero de la estirpe de Windows NT/2000 y del rancio linaje de los Windows 9.x, en este sistema operativo de núcleo poderoso e interfaz chula y molona se había juntado lo mejor de cada casa. Además Steve Ballmer volvía con fuerzas renovadas para convencernos de que si no lo comprábamos, o éramos tontos, o algo malo debía de estar pasándonos.

Sin embargo Ballmer cometió un serio error de cálculo en esta ocasión. Dejó que Brian Valentine le robara protagonismo en el vídeo, y eso no es bueno. No me canso de repetirlo: zapatero a tus zapatos. La aparición de Valentine en este anuncio no tuvo consecuencias inmediatas, pero sentó un gravísimo precedente: el de confiar tareas fundamentales en manos de aficionados. Es como darle de comer kikos a Gizmo después de la medianoche; parece que no pasa nada, pero cuando te depiertas a la mañana siguiente…

La maldición de los Regan

Si Steve Ballmer hubiera pedido mi opinión tras grabar el anuncio de Windows XP, se habría ahorrado muchos problemas. Pero no lo hizo, y cuando se lanzaron a desarrollar Windows Vista, no tuvieron mejor idea que involucrar en el proceso de diseño y pruebas a una serie de familias anónimas repartidas por todo el globo. El programa experimental se llamó «Life With Windows Vista«, y en este documento oficial Microsoft reconoce esta inquietante realidad:

El feedback que Microsoft recibió de estas familias fue una parte fundamental en la creación del sistema operativo Windows Vista; proporcionó al equipo de Microsoft conocimiento sobre las incontables maneras en que los consumidores emplean sus computadores y permitió que el equipo tuviese en cuenta esta valiosa información durante el proceso de desarrollo.

La familia Regan, muy sonrientes todos. ¿No os recorre un escalofrío todo el espinazo?

Mamá Regan, Melissa, reconoce que durante las pruebas encontró la experiencia de instalar Windows Vista «algo confusa», y temía que el proceso fuera demasiado complejo para padres ocupados, como ella. Hoy día, Melissa se enorgullece de ver sus ideas reflejadas en el producto final. Gracias a sus recomendaciones, se incluyó la opción de grabación a CD de imágenes directamente desde la galería fotográfica de Windows, característica que «evitará frustraciones a otros consumidores». Papá Regan, por su parte, reconoce que «a lo largo del proceso veían los cambios, y sentían que Microsoft les estaba escuchando realmente».

No contentos con haber involucrado en el proceso de desarrollo de un sistema operativo a un grupo de amateurs de sonrisa ortopédica, Bill Gates y Steve Ballmer les invitaron a la presentación oficial de la nueva criatura en Nueva York, el 29 de enero de 2007. Y no sólo eso, sino que los pequeños Regan fueron los encargados de pulsar el botón que iluminó Times Square con los resplandecientes logotipos de Windows Vista y Office 2007. ¡Veámoslo!

Es una pena. ¿Habéis notado lo bien que tenían aprendido lo que tenían que decir? Estaban de foto, la verdad. Y los niños sabían exactamente dónde tenían que apretar a la orden del señor calvo del jersey rojo. Y con qué rapidez y coordinación abandonan el escenario nada más cumplir su misión. ¡Si parecen los Trapp en versión reducida!

Resumiendo: Microsoft ha ido de mal en peor. Tanto en su estrategia de desarrollo de nuevos productos, como en sus técnicas de venta y acercamiento a los consumidores. Los Regan no tienen culpa de nada, al fin y al cabo, pero sí quien les hizo caso, y quien les invitó a pulsar el botón que parecía iniciar la cuenta atrás de la destrucción del líder informático.

Por cierto, es bastante interesante esta galería fotográfica. El propio Bill Gates hace de narrador, y nos guía por un entretenido repaso de la historia de Microsoft utilizando fotografías suyas como hilo conductor. Qué momentazos, madre mía… ¡momentazos para el recuerdo!